Resumen
En un trabajo de 1985, titulado “Lo erróneo y lo acertado en la teoría de la traducción”, Eugenio Coseriu replanteó la traducción como una cuestión más apegada al terreno cultural, y sobre todo irracional, que al lingüístico. El lingüista rumano afirma que la equivalencia léxica entre lenguas jamás ha existido y, por tanto, toda traducción, más que imposible, es una cuestión de traducción cultural. Con todo, y a pesar del advenimiento posterior de la teoría del giro cultural, algunas corrientes traductológicas siguen creyendo que el principal reto de la traducción es encontrar algunas equivalencias léxicas y sintácticas. A través de estas notas se retoman las ideas de Coseriu para analizar algunos pasajes de Las palmeras salvajes de Willian Faulkner en la traducción de Jorge Luis Borges y se señalan algunas consecuencias “culturales” de las elecciones del traductor.